Lucía Ruanova Abedrop: coleccionista de corazón.

Lucía Ruanova Abedrop presenta en el Museo de Arte de Querétaro la exposición Breve historia del vidrio, desde sus inicios haste el Murano de Venecia en el siglo XX.

Es curadora, museógrafa y restauradora de pintura, cuenta con una maestría en Estudios de Alta Tecnología para la Conservación de Obras de Arte realizados en el Instituto per-l´Arte ed il Restauro Palazzo Spinelli en Florencia en Italia, donde curso los estudios para la Restauración de Pintura, lugar donde permaneció durante diez años entre la restauración y el comercio de antigüedades.

Durante cuatro años vivió en la isla de Creta en Grecia, en el Mediterráneo, donde colaboró con restauradores, investigadores, arqueólogos y expertos en la civilización Minoica.

Cuenta con varias especialidades de prestigiosas instituciones como:

“Falsificaciones y El tráfico ilícito de las obras de arte” y “Museografía" por la Universidad Complutense de Madrid. “Historia del Arte y la pintura francesa del siglo IX–XIX” en el Institute Catholique de Paris. “Historia del Arte y la Pintura italiana del siglo III al siglo XIX”, en la Universitá Degli Studi di Firenze.

En Atenas, Grecia. Curó y montó la exposición “Tamayo” Obra gráfica en el antiguo Museo de la Universidad en la Acrópolis y la llevó a Nicosia en la isla de Chipre, donde se expuso en la puerta Famagusta, para la Embajada de México en Grecia.

Realizó la curaduría y museografía del museo Rubén Herrera, en Saltillo Coahuila. Editó y publicó el libro biográfico del artista y más tarde curó una retrospectiva en el MUNAL de la Ciudad de México.

En el Palacio de Gobierno de Yucatán, curó y montó la exposición “Joyas de los Zares”, para un coleccionista internacional. Entre otras 40 exposiciones.

Ha participado en congresos internacionales como EVA Firenze. “Adelantos en la imagen electrónica y las artes visuales”.

Escribe artículos y colabora con las revistas españolas como “Descubrir el Arte” y “Aventuras de la Historia”.

Ha colaborado en la edición de mas de 30 libros de arte y de autor, con materiales y datos de investigación, ha participado en numerosas exposiciones como curadora y museógrafa em la ciudad de México y en el extranjero, por ejemplo la magna exposición por el Bicentenario “La Patria en evolución” entre otras.

Realiza trabajos de administración, catalogación, curaduría y conservación para varias colecciones privadas del país, de Estados Unidos, Italia, Suiza, Francia y Los Emiratos Árabes.

Fundó el primer Grupo en redes sociales en el mundo, para la protección del Patrimonio Cultural, junto a Guillermo Tovar De Teresa. Sigue siendo activista en el mismo.

A la fecha ha realizado aproximadamente 1,700 intervenciones en pinturas en los últimos 20 años desde que regresó a México.

Atribuyó al artista Isabelino Gil de Siloé, la talla del Cristo de Teresa de Jesús en el Monasterio de Santo Tomás de Aquino en Ávila. España.

Formó parte del consejo de cultura del diario Reforma, también del Patronato del Polyforum Cultural Siquieros, Ha impartido varios seminarios sobre rescate de las pinacotecas olvidadas. Formó parte del grupo experimental que coadyuvó en la restauración de La Primavera de Sandro Botticelli en el museo de los Uffizzi de Florencia, entre otras actividades.

Habla cinco idiomas: francés, inglés, italiano, griego y español.

Tiene la Licenciatura en Diseño Interior por la Universidad Motolinía del Pedregal y realizó sus estudios en el Instituto Miguel Ángel en la Ciudad de México.

Descubridora de historia y arte.

Una colección es la reunión de objetos análogos; también una selección de cosas escogidas en base a su especial excelencia. Implica paciencia dedicada a la cosa escogida. Entonces se dice que una colección de arte es la suma de obras de arte seleccionadas con rigurosa y tediosa meticulosidad. Colección es hoy sinónimo de museo.

La coleccionista Lucía Ruanova Abedrop encarna en su persona la fusión del pasado, el arte, el conocimiento, la reflexión y el placer. Su trayectoria y su mentalidad son de una amplitud vertiginosa.

La célebre colección de objetos de vidrio reunidos a título personal por Lucía es el resultado de todo un proceso, de la perseverancia y la pasión que a lo largo de su vida ha hecho una insaciable búsqueda de las piezas anheladas para enriquecer la colección la cual ha conjugado con una gran sensibilidad aportándole un estado anímico de éxtasis.

Un objeto de arte tiene la virtud del embrujo, reuniéndolo con el sujeto colector. Un hechizo, por decirlo así, que despide el objeto, invitando y atrayendo con su encanto a su subyugación.

La formación de esta magnífica colección está estrechamente ligada al disfrute inefable de adquisición.

Ninguna colección tendrá ese misterio tan particular como la colección que envuelve a las obras de arte. Una colección de arte esta dotada de esa atmósfera que despierta ocultos sentimientos de toda índole.

El simple placer de sentir aquella indescriptible experiencia que se obtiene al contemplar una obra de arte, no es comparable a ningún otro placer de percepción cognitiva; esta experiencia será posteriormente la causa para que alguien busque y adquiera una obra de arte para su disfrute en soledad y en momentos de contemplación, iniciando una exquisita colección de arte que solo el tiempo juzgará.