"Habemus Papam": León XIV, el nuevo pontífice que llega desde las periferias del poder eclesiástico

Contra todo pronóstico y al segundo día del cónclave, el humo blanco se elevó desde la Capilla Sixtina y puso fin a semanas de especulaciones. A las 18:43, mientras los campanarios de San Pedro redoblaban con fuerza, el cardenal protodiácono anunció desde el balcón central de la Basílica: Habemus Papam.

El nuevo obispo de Roma es el cardenal Robert Francis Prevost, de 69 años, quien ha elegido el nombre de León XIV y será el Papa número 267. Una elección que evoca, deliberadamente o no, a un pontificado reformista del siglo XIX y a un nombre que no se había oído desde hace casi dos siglos.

La elección del estadounidense –aunque con raíces francoitalianas y españolas– ha sacudido las estructuras vaticanas por su inesperado consenso y por la ruptura que implica con las tradicionales lógicas de poder en el Colegio Cardenalicio.

Un cónclave veloz en tiempos de fractura

Los 133 cardenales electores están en Roma con la consigna no escrita: evitar un cónclave largo que diera imagen de división. Aunque los corrillos previos al encierro hablaban de múltiples facciones y un clima enrarecido por tensiones entre sectores conservadores y progresistas, la elección se resolvió con sorprendente celeridad: cuatro votaciones en apenas dos días.

Esto coloca el cónclave de 2025 en línea con los precedentes inmediatos: tanto Benedicto XVI (2005) como Francisco (2013) fueron elegidos también al segundo día. Pero a diferencia de aquellos casos, no había un "gran favorito" claro en esta ocasión. Pietro Parolin, Luis Antonio Tagle, y el húngaro Péter Erdö sonaban fuerte en las quinielas, pero no lograron consolidar una mayoría de dos tercios en las primeras rondas.

De acuerdo con fuentes internas del Colegio Cardenalicio, la figura de Prevost comenzó a emerger tras la segunda votación, cuando los votos dispersos comenzaron a agruparse en torno a un perfil conciliador, pastoral y alejado de las trincheras ideológicas. Un “puente entre mundos”, como lo definió un cardenal africano que pidió anonimato.

Un misionero con alma de pastor

Robert Prevost no es ajeno a los pasillos del poder eclesiástico, pero su trayectoria es todo menos habitual. Nació en Chicago en 1955, entró siendo muy joven en la Orden de San Agustín y tiene un Doctorado en Derecho Canónico en la Universidad de Salamanca. Su vida pastoral lo llevó a Perú, donde durante casi dos décadas trabajó como misionero en la región de Chulucanas, al norte del país.

Allí vivió no como un príncipe de la Iglesia, sino como un sacerdote de trinchera: aprendió quechua, vivió en zonas rurales y defendió a comunidades indígenas en conflictos con empresas mineras. Fue también provincial de los agustinos y, más tarde, prior general de la orden en Roma, cargo que ocupó entre 2001 y 2013.

En 2015, el papa Francisco lo llamó de regreso al continente americano, nombrándolo obispo en Perú y luego prefecto de la Congregación para los Obispos en 2023, un cargo clave en la estructura de la Curia. Desde allí, Prevost influyó discretamente en numerosos nombramientos episcopales, marcados por un estilo pastoral y no clericalista, en sintonía con el pontificado de Francisco.

Poco conocido fuera de los círculos eclesiásticos más técnicos, su elección ha sido descrita como un "acto de sabiduría colegial" más que de popularidad.

Es el primer pontífice originario de Estados Unidos en los más de 2,000 años de la historia de la Iglesia Católica.

Antes de su formación teológica, Prevost obtuvo un título en matemáticas por la Universidad de Villonovava en 1977, posteriormente estudió Teología en la Catholic Theological Union de Chicago, posteriormente obtuvo un doctorado en Derecho Canónico en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino.

León XIV: un nombre cargado de mensaje

El nombre elegido no es casual: León XIV nos remite al último papa que lo usó, Vincenzo Gioacchino Pecci, elegido en 1878, un pontífice que buscó el diálogo con el mundo moderno tras el trauma de la pérdida de los Estados Pontificios

¿Está sugiriendo Prevost una nueva etapa de reconciliación dentro y fuera de la Iglesia?

El simbolismo no se le escapa a nadie. León XIII fue también el autor de la encíclica Rerum Novarum, el documento fundacional de la Doctrina Social de la Iglesia. En un momento en que el catolicismo global enfrenta desafíos de justicia social, migraciones, tensiones internas y retrocesos democráticos, el nombre podría ser toda una hoja de ruta.

Un Papa “del sur global” con pasaporte norteamericano

Que un papa estadounidense haya sido elegido por primera vez en la historia puede parecer, en la superficie, un giro hacia el norte global. Pero Prevost es más un hombre del sur. Formado entre América Latina y Europa, conoce las realidades de la pobreza, la multiculturalidad y la fragilidad institucional. Habla fluidamente español, italiano, inglés y francés. Ha sido descrito por sus colaboradores como un hombre de oración, discreto, pero con una sorprendente capacidad para el diálogo intercultural.

Desafíos inmediatos

El pontificado de León XIV arranca con varios frentes abiertos: la implementación de las reformas sinodales impulsadas por Francisco, la tensión creciente con sectores ultra tradicionalistas, el desgaste institucional por los escándalos de abuso, y la necesidad de repensar el papel de la Iglesia en el mundo pospandemia.

Además, debe enfrentar un desafío nada menor: retomar el impulso evangelizador sin imponer modelos uniformes. En sus primeras palabras, ofrecidas desde el balcón de San Pedro, el nuevo Papa habló de "una Iglesia que camina con los que sufren, que escucha antes de hablar y que no teme salir a los márgenes".

Un inicio inesperado pero no improvisado

En su brevedad, este cónclave ha demostrado que el Espíritu, como dice la tradición, sigue soplando donde quiere. Y a veces, como ahora, sopla desde las periferias hacia el corazón de Roma. León XIV no era el favorito, pero quizás, por eso mismo, se ha convertido en la opción de unidad. Un Papa pastor, latinoamericano en alma, romano por misión y, a partir de ahora, universal por vocación.

Datos curiosos:

• El origen de la palabra "conclave": Proviene del latín "cum clave," que significa "con llave." Esto se debe a que, históricamente, los cardenales eran literalmente encerrados bajo llave para asegurar la privacidad y evitar interferencias externas durante la elección.   

• La duración más larga: El conclave más largo de la historia se extendió por casi tres años, desde 1268 hasta 1271, para elegir al sucesor del Papa Clemente IV. Los ciudadanos de Viterbo, frustrados por la demora, ¡llegaron a quitar el techo del edificio donde se reunían los cardenales!   

• La regla de "una comida al día": Tras el larguísimo conclave anterior, el Papa Gregorio X decretó que si la elección se prolongaba más de tres días, los cardenales solo recibirían una comida al día, y solo pan, agua y vino si duraba más de ocho días. ¡Afortunadamente, esta restricción ya no está vigente!   

• El primer Papa en cambiar su nombre: Cuando Mercurio fue elegido obispo de Roma en 532, decidió cambiar su nombre a Juan II para evitar la asociación con un dios pagano romano. Este fue el primer Papa en adoptar un nombre pontificio diferente al suyo de nacimiento, una tradición que se volvió casi ininterrumpida desde el siglo X.

• Fumata blanca y fumata negra: Desde el siglo XVIII, se utiliza humo para comunicar el resultado de la votación al mundo exterior. Se queman las papeletas después de cada votación; si no se ha elegido Papa, se añade una sustancia química para producir humo negro ("fumata nera"). Cuando se alcanza la mayoría de dos tercios, se queman las papeletas sin aditivos, produciendo humo blanco ("fumata bianca"), la señal de que un nuevo Papa ha sido elegido. Desde 2005, se utiliza un segundo horno con químicos específicos para asegurar la claridad del color del humo.   

• El "Cuarto de las Lágrimas": Después de aceptar su elección, el nuevo Papa es acompañado a una sala cercana, conocida como el "Cuarto de las Lágrimas." Se dice que es un momento de gran emoción, donde puede vestirse con una de las tres sotanas blancas de diferentes tallas que se preparan de antemano.

• Votación secreta y a mano: Los cardenales escriben su voto en una papeleta rectangular en latín ("Eligo in summum pontificem" - Elijo como sumo pontífice) y se les sugiere disfrazar su letra para mantener el secreto. Las papeletas se doblan dos veces, se depositan en un cáliz y luego se queman después de cada votación.

• Se necesitan dos tercios: Para ser elegido Papa, un cardenal debe obtener una mayoría de dos tercios de los votos de los cardenales electores presentes. En el reciente conclave, con 133 cardenales electores, se necesitaban al menos 89 votos.

• "Extra Omnes": Antes de que comience la votación, el Maestro de Ceremonias pronuncia la frase latina "Extra Omnes," que significa "¡Todos fuera!" Todos los que no son cardenales electores deben abandonar la Capilla Sixtina.

Datos insólitos y raros:

• Un Papa elegido por una paloma: En el año 236 d.C., la elección de San Fabián como Papa fue supuestamente decidida cuando una paloma se posó sobre su cabeza, lo que se interpretó como una señal del Espíritu Santo. La elección por aclamación ya no es un método aceptado.

• ¡Peleas en el conclave! En 1605, un conclave se vio empañado por enfrentamientos físicos entre los cardenales, ¡resultando en sotanas rotas!

• Bromas en el conclave: Durante el largo y estancado conclave de 1655, los cardenales más jóvenes, aburridos, comenzaron a jugarse bromas pesadas a sus mayores. Una de ellas involucró a un cardenal disfrazado del Espíritu Santo, ¡que supuestamente provocó la muerte de otro por neumonía tras caer sobre un suelo frío!

• Un impostor en el pre-conclave: En el período previo al conclave de 2013, un hombre disfrazado con ropas clericales falsas intentó infiltrarse en una reunión de cardenales, pero fue descubierto y escoltado fuera del Vaticano por la Guardia Suiza.

• El Cardenal que "resucitó": Durante el conclave de 1378, tras la elección del Papa Urbano VI, corrió el rumor de que había muerto. La multitud irrumpió en el Vaticano exigiendo un nuevo Papa romano. Los cardenales, temiendo por sus vidas, nombraron a un nuevo Papa, Clemente VII, dando inicio al Cisma de Occidente, con múltiples reclamantes al papado.

• El Papa no sacerdote: Hubo casos en la historia en que fue elegido Papa un laico o alguien que aún no era sacerdote. Por ejemplo, el Papa Gregorio X (elegido en el larguísimo conclave) ni siquiera era sacerdote en el momento de su elección. Si un no obispo es elegido Papa, debe ser ordenado inmediatamente antes de que su elección sea válida.

• Papas con nombres paganos: Antes de Juan II, hubo Papas con nombres de dioses paganos romanos, como el Papa Júpiter (que tomó el nombre de Juan I).