“El Rey León”: un rugido que eleva el estándar del teatro musical en México
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- May 23
- 5 min read
Por: Lorena Meeser.
Asociación Mexicana de Críticos de Teatro (A.M.C.T.)

Un fenómeno que trasciende el espectáculo
El rugido de El Rey León vuelve a retumbar en la Ciudad de México después de una década de ausencia.Bajo la impecable producción de OCESA y Disney Theatrical Group, esta joya del teatro musical regresa al Teatro Telcel con una fuerza renovada, lista para conquistar a una nueva generación de espectadores, sin dejar de hechizar a quienes ya conocen su magia, demostrando que los grandes espectáculos internacionales encuentran un escenario a su altura en la Ciudad de México. La ejecución técnica, el diseño visual, el talento del elenco y el respeto absoluto por la esencia de la obra hacen de este montaje una experiencia que no solo se ve, sino que se queda en el corazón.

Una experiencia teatral irrepetible
Pocas veces en la historia del teatro musical contemporáneo se ha visto una puesta en escena tan consistente, profunda y visualmente deslumbrante como El Rey León. A 27 años de su estreno en Broadway sigue siendo un paradigma de excelencia artística.
Julie Taymor, primera mujer en ganar el Tony a Mejor Dirección de Comedia Musical, es la mente creativa detrás de esta puesta en escena que trasciende los límites del teatro tradicional para crear un espectáculo que combina elementos de ópera, danza ritual, marionetas y pintura viva.
Dramaturgia: Roger Allers e Irene Mecchi. Traducción de Erick Merino y Susana Moscatel.
Dirección: Andrew Flatt, Anne Quart y Thomas Schumacher. Residente: Daniel Zazueta

El regreso esperado, el elenco perfecto
Este nuevo montaje en México, cuenta con un elenco híbrido de talentos locales e internacionales. Pierre Louis actúa con carisma y fuerza vocal el papel de Simba adulto, en una actuación que conjuga madurez escénica y entrega emocional. Nokulunga Madlala, originaria de Sudáfrica, entrega una interpretación de Rafiki que trasciende lo espiritual con un tinte de comicidad para convertirse en el corazón narrativo de la obra.
Carlos Quezada (Scar) y Pisano (Mufasa) ofrecen una dualidad escénica poderosa, tanto en su trabajo vocal como actoral. Luna Manzanares, como Sarabi, deslumbra con presencia y temple, mientras que Majo Domínguez (Nala) aporta ternura y fuerza, equilibrando perfectamente el contraste con el Simba de Louis.
El tándem cómico formado por Eli Nassau (Timón) y Sergio Carranza (Pumba) provoca carcajadas genuinas sin que se pierda el ritmo o la sensibilidad del relato. Ariel Bonilla brilla como Zazú, aportando ligereza y precisión cómica. Además de Melissa Cabrera, Antón Diego Matus, Manuel Bermúdez.

La música: corazón y espíritu
La actuación de Nokulunga Madlala como Rafiki, con sus cantos ancestrales, dota de misticismo y fuerza espiritual a toda la obra. Es el alma del montaje, la que nos conecta con algo más grande que nosotros mismos.
Lo que hace único a El Rey León además de su narrativa visual y su potente banda sonora con música de Elton John, Tim Rice, Lebo M, Hans Zimmer y Julie Taymor, es la manera en que se mezclan todos los elementos escénicos dando como resultado un paisaje sonoro que entrelaza la épica estepa africana con percusiones que retumban como latidos de una tribu.
La música es una corriente constante que arrastra y conmueve, acompañada por una orquesta en vivo que da profundidad y emoción a cada nota.

Un trabajo técnico digno de ovación
Cabe destacar el diseño de las máscaras de Michael Curry, la escenografía de Richard Hudson y la iluminación de Donald Holder. Cada elemento convive en un mural en movimiento que transforma el escenario en un lugar donde títeres, marionetas y actores se funden en perfecta armonía.
Más allá del virtuosismo, cada recurso técnico está supeditado a la narrativa en donde todo impresiona.
Los coros africanos, las percusiones en vivo, las coreografías rituales de Garth Fagan y el vibrante vestuario transforman el escenario en un retrato de la sabana africana, que se transforma ante los ojos del espectador.
La escena inicial con "El Círculo de la Vida" continúa siendo uno de los momentos más icónicos del teatro mundial, capaz de remover emociones desde primer acorde.

Diseño escénico: naturaleza viva sobre el escenario
Uno de los aspectos más deslumbrantes de esta puesta es el diseño escenográfico. Cada elemento, desde la majestuosidad del "Árbol de la Vida" hasta la sencillez simbólica de una roca elevada, parece tener un propósito narrativo y emocional. La integración de materiales naturales y texturas visuales brinda una sensación que no solo representa a África, sino también a la universalidad de la vida natural. La iluminación recrea amaneceres, tormentas y atardeceres con una belleza que roza lo pictórico.
El vestuario merece mención aparte. Diseñado con una meticulosa atención al detalle, combina elementos textiles de tribus africanas. Cada pieza no solo viste al actor, sino que prolonga su gesto, lo amplifica, lo vuelve parte de una coreografía visual envolvente.

Un fenómeno global, un orgullo nacional
El Rey León no es solo un musical: es un fenómeno cultural, se ha presentado en más de 100 ciudades.
El que México sea una de las sedes donde se monta esta producción es un testimonio del profesionalismo de la escena teatral nacional y de la visión a largo plazo de OCESA, que ha sabido apostar por la calidad. Una puesta que confirma que cuando el teatro se hace con excelencia, no hay idioma ni geografía que lo detenga.
Julieta González y Morris Gilbert, productores clave de esta hazaña, recalcan con razón la relevancia de este regreso. Y es que no se trata únicamente de un espectáculo; es una experiencia inmersiva que conecta generaciones, culturas y emociones universales.

El Rey León y su viaje por el mundo
Se estrenó en 1997 en Broadway y se ha representado en 22 países de los 5 continentes, incluyendo Alemania, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Emiratos Árabes, España, Estados Unidos, Filipinas, Francia, Irlanda, Japón, México, Nueva Zelanda, Países Bajos, Reino Unido, Singapur, Sudáfrica, Suiza, Tailandia y Taiwán, y ha sido traducido a ocho idiomas diferentes (japonés, alemán, neerlandés, coreano, francés, español, portugués y mandarín). En total ha sido visto por más de 200 millones de personas en todo el mundo. Hizo su debut en México en 2015.

Un regreso majestuoso que redefine el teatro musical nacional
El Rey León es más que teatro: es una celebración de la vida, del arte, del movimiento, de la música. Esta nueva temporada en el Teatro Telcel no solo recupera una obra monumental, sino que reafirma el papel de México como uno de los escenarios más relevantes para la comedia musical de talla internacional. La sabana africana se levanta una vez más, y con ella, la emoción de presenciar uno de los espectáculos más hermosos y trascendentes de nuestro tiempo.
Recomendación: No se lo pierda. Ya sea su primera vez o la décima, El Rey León es una experiencia que se graba en el alma.
Horarios: Miércoles y jueves 20:00 horas, viernes 20:30 horas, sábado 16:30 y 20:30 horas, domingo 13:00 y 17:30 horas.
Duración aproximada: 2 horas 30 minutos, con intermedio.
Clasificación: Familiar.
Acceso permitido a partir de 3 años.
Boletos: Desde $1,320 hasta $3, 538 (precio en línea).
Venta de boletos en Ticketmaster y taquilla.
Teatro Telcel Blvd. Miguel de Cervantes Saavedra 386, Amp. Granada, Miguel Hidalgo, 11529 Ciudad de México, CDMX.
Fotos: Cortesía Ocesa
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