“Paralelismos” entre la Revolución Islámica de Irán y la Cuarta Transformación en México: una comparación crítica

Por: Lorena Meeser

Narrativa de “Transformación Radical” y ruptura con el pasado

Irán: El Ayatola Jomeini y la Revolución Islámica proclamaron una ruptura total con el pasado monárquico del Shah, denunciando su “Gran Civilización” como un espejismo corrupto, alineado con los intereses occidentales. En su lugar, se prometía una “nueva era” basada en los principios islámicos puros, autónoma del imperialismo cultural y económico extranjero.

México: El gobierno de Morena, a través de la “Cuarta Transformación” (4T) se presenta como una ruptura con el periodo neoliberal y los gobiernos pasados del PRI y PAN, prometiendo una refundación moral del país, enfocada en la justicia social, la erradicación de la corrupción y el rescate de los valores nacionales, redefiniendo el modelo de desarrollo y la relación entre Estado y sociedad.

Liderazgo carismático y centralizado

Irán: El Ayatola Jomeini emergió como una figura carismática, casi mística, cuya autoridad religiosa y moral era incuestionable para sus seguidores. Desde el exilio, logró unificar a diversas facciones políticas y sociales bajo un discurso de redención religiosa y soberanía nacional.

México: López Obrador ejerció un liderazgo altamente carismático y centralizado. Su figura sigue siendo el eje de la 4T, y su comunicación directa con la ciudadanía —a través de las conferencias matutinas conocidas como “las mañaneras”— fue clave para moldear la opinión pública, mantener cohesionado su movimiento político y en la movilización de sus bases.

Movilización de masas mediante un discurso “popular”

Irán: La revolución se gestó a partir de una profunda movilización popular. El descontento económico y social se canalizó a través de un discurso religioso, antiimperialista y anti-elitista. Los casetes clandestinos con los sermones de Jomeini fueron una herramienta de propaganda decisiva que alimentó el fervor revolucionario.

México: La 4T ha movilizado a importantes sectores populares a través de una narrativa que privilegia a los “más pobres” y confronta a las “élites conservadoras y corruptas”. Su discurso se ha centrado en reivindicar la soberanía nacional y promover una justicia social redistributiva, apoyada por políticas asistenciales y retórica populista.

Uso de programas sociales como herramienta de consolidación política

Irán:  Aunque la revolución iraní no se apoyó explícitamente en "dádivas" o programas sociales modernos, el clero chiita mantenía históricamente una estructura de beneficencia que les confería legitimidad y lealtad entre los sectores populares. Esta red de apoyo contrastaba con la ostentación del régimen del Shah y alimentó la percepción de que el nuevo orden sería más justo y equitativo. La promesa de una sociedad más justa y equitativa fue un factor movilizador.

México: Los programas sociales como las pensiones universales, becas y apoyos directos son los pilares de la 4T. Para el gobierno, representan derechos sociales inalienables. Sus críticos, los ven como dádivas clientelares que buscan asegurar lealtad electoral,  mientras que el gobierno los defiende como derechos sociales y redistribución de la riqueza. Este tema ha generado un amplio debate nacional.

Polarización de la sociedad

Irán: La Revolución Islámica provocó una fuerte polarización. Inicialmente entre partidarios del Shah y revolucionarios, y posteriormente entre diferentes facciones del nuevo régimen y sus opositores, incluyendo movimientos secularistas, liberales y minorías religiosas.

México: La gobierno de la 4T ha sido acusado de fomentar una polarización que divide al país entre el “pueblo bueno” y los “conservadores” o “fifís”. Esta división, la alimentó AMLO desde el discurso presidencial, y ha dificultado el consenso político y social en temas clave.

Diferencias fundamentales y cruciales

Fundamento ideológico

Irán: La Revolución Islámica fue esencialmente una revolución con base religiosa, liderada por el clero chiita, que estableció una teocracia basada en la ley islámica (Sharia). La religión no solo legitimó el régimen, sino que se convirtió en el principio organizador del nuevo Estado.

México: La 4T no tiene un fundamento religioso. Es un proyecto político nacionalista con elementos de izquierda y populismo, enfocado en la redistribución del poder económico y la restauración del Estado como actor rector, pero dentro de un marco constitucional laico.

Violencia y cambio de régimen

Irán: El cambio fue violento. La monarquía fue derrocada por una revolución que implicó enfrentamientos, purgas, ejecuciones y una represión intensa contra la disidencia. Se instauró un nuevo orden teocrático.

México: La 4T llegó al poder por la vía democrática en 2018, mediante elecciones libres. No implicó la abolición del sistema político ni de las instituciones, aunque existen críticas por la concentración del poder presidencial y la erosión de ciertos contrapesos institucionales.

Sistema político resultante

Irán: Se instauró una teocracia autoritaria. El Líder Supremo, una figura religiosa no electa, tiene autoridad absoluta por encima de las instituciones republicanas. El control del Estado se ejerce desde el clero, con un sistema que fusiona lo político con lo espiritual, a través de un control estricto de la vida pública y privada según principios religiosos.

México: En México, la división de poderes —un pilar constitucional— se encuentra actualmente bajo intenso escrutinio. La preocupación principal radica en la mayoría parlamentaria de Morena en el Poder Legislativo, junto con la notable influencia de la reciente elección y los nombramientos en el Poder Judicial que han generado un desequilibrio significativo. Para muchos analistas y opositores, esta concentración de poder amenaza la autonomía de la división de poderes y, por ende, el sistema de contrapesos esencial para la democracia mexicana. Pese a estas inquietudes sobre el debilitamiento institucional, es crucial destacar que no existe una imposición de normas religiosas en el marco legal del país.

Derechos y libertades

Irán: La revolución llevó a una drástica restricción de libertades y derechos, especialmente para mujeres y minorías. La censura, la persecución de disidentes y la imposición de códigos de conducta religiosa han sido constantes desde 1979.

México: Existe una gran preocupación por el futuro de la libertad de expresión, por los organismos autónomos y por las manifestaciones sociales. Los medios de comunicación y la sociedad civil aún gozan de espacios para la crítica y la disidencia, aunque con tensiones crecientes y algunos casos cuestionables.

Contexto internacional

Irán: La Revolución Islámica ocurrió en plena Guerra Fría, con un marcado sentimiento antioccidental y antiimperialista. Irán pasó de ser un aliado de Estados Unidos a convertirse en un actor disruptivo en Medio Oriente, especialmente por su rivalidad con Arabia Saudita e Israel.

México: La 4T se desarrolla en un entorno globalizado y con fuertes vínculos comerciales con Estados Unidos, bajo el T-MEC. La política exterior de México, aunque más autónoma y crítica en ciertos temas, sigue basada en principios de no intervención y pragmatismo económico. Actualmente enfrenta problemas e interrogantes en la relación con el gobierno de Trump por los temas de aranceles y migración.

Conclusión

Aunque existen similitudes superficiales —ruptura con el pasado, liderazgo carismático, movilización popular y uso de políticas sociales como herramienta de legitimación—, los contextos, objetivos y consecuencias de la Revolución Islámica de Irán y la Cuarta Transformación en México son profundamente distintos.

Una fue una revolución religiosa violenta que instauró una teocracia autoritaria; la otra es un proyecto político-electoral que busca transformar el sistema desde dentro, en el marco de una democracia constitucional. Comparar ambos procesos puede servir como ejercicio analítico, pero resulta fundamental distinguir entre analogías retóricas y realidades estructurales, aunque con sus propias controversias y críticas sobre la concentración de poder y el uso de recursos para fines políticos.

Ecos de la revolución: de los casetes de audio al pulso digital de la política

La propaganda política siempre ha buscado las vías más efectivas para resonar con las masas, adaptándose a las herramientas disponibles en cada época. Si bien los métodos y la tecnología cambian drásticamente, la esencia de la comunicación persuasiva y la movilización social persisten.

Para entender cómo los mensajes políticos moldean la opinión pública y el poder, resulta esclarecedor comparar dos momentos históricos aparentemente dispares pero unidos por la búsqueda de una profunda transformación social y el uso ingenioso de los medios a su alcance: la Revolución Iraní de los años 70 y la Cuarta Transformación en el México actual.

Este análisis explora cómo, en un mundo sin internet ni redes sociales, el casete de audio se convirtió en el arma secreta de la revolución en Irán, sorteando la censura y conectando al Ayatola Jomeini con su pueblo. También vemos cómo las redes sociales han redefinido por completo el panorama de la propaganda en el México contemporáneo, ofreciendo un alcance sin precedentes pero también desafíos como la desinformación y la polarización. Al contrastar estas dos realidades, podemos comprender mejor la evolución de las estrategias de comunicación política y su impacto duradero en la sociedad.

1. Los casetes de audio en la Revolución Iraní (1970s): un medio "análogo" subversivo

En la Revolución Iraní, los casetes de audio fueron una herramienta de propaganda increíblemente efectiva para el Ayatolá Jomeini. Su éxito se debió a varias características específicas del contexto:

• Contexto de censura estricta: El régimen del Sha controlaba férreamente los medios de comunicación masivos (radio, televisión, prensa). Los casetes se convirtieron en un medio clandestino que sorteaba esta censura.

• Accesibilidad y facilidad de replicación: Los casetes eran relativamente baratos y fáciles de duplicar. Una vez que se obtenía una copia de un sermón de Jomeini, se podían hacer múltiples copias en grabadoras domésticas y distribuirlas de mano en mano.

• Naturaleza oral y carismática: Los mensajes de Jomeini eran sermones cargados de fervor religioso y carisma. El formato de audio permitía a los oyentes sentir la voz y la presencia del líder, creando una conexión emocional profunda. En una sociedad con fuerte tradición oral y religiosa, esto fue sumamente poderoso.

• Distribución en redes tradicionales: La propagación se realizaba a través de redes de confianza: mezquitas, bazares, familias extensas, estudiantes religiosos. Esto garantizaba la difusión del mensaje en un entorno donde la desconfianza hacia las instituciones estatales era alta.

• "Boca a oído" amplificado: El casete catalizaba la discusión y el intercambio de ideas en pequeños grupos, amplificando el mensaje mediante la comunicación interpersonal.

• Simbolismo de la prohibición: El hecho de que fueran ilegales les otorgaba un aura de resistencia y autenticidad, atrayendo aún más a quienes se oponían al régimen del Sha.

2. Las redes sociales en México (actualidad): la era digital de la propaganda

En México, el gobierno de Morena y la Cuarta Transformación han utilizado —y siguen utilizando— las redes sociales de manera intensiva para la propaganda política, pero el ecosistema comunicativo actual es completamente diferente:

• Alcance masivo e instantáneo: Plataformas como Facebook, Twitter/X, TikTok, WhatsApp y YouTube permiten que los mensajes lleguen a millones de personas casi al instante. Ya no se requiere de copias físicas ni redes logísticas de distribución.

• Interactividad y retroalimentación: Las redes permiten la interacción directa (comentarios, "me gusta", compartidos), generando engagement y un sentido de participación. Además, facilitan al gobierno monitorear las reacciones y ajustar sus mensajes en tiempo real.

• Segmentación del mensaje: A pesar del alcance masivo, los algoritmos permiten segmentar los mensajes según datos demográficos y psicográficos, dirigiéndolos a votantes con intereses o preocupaciones específicas.

• Diversidad de formatos: A diferencia del audio de los casetes, las redes sociales permiten una rica combinación de texto, imágenes, videos (cortos y largos), transmisiones en vivo y gráficos. TikTok, por ejemplo, ha sido crucial para llegar a audiencias jóvenes con mensajes virales.

• Aparente democratización de la información: Aunque los medios tradicionales siguen influyendo, las redes dan la impresión de que cualquiera puede convertirse en "creador de contenido" y participar en el debate público, lo que puede aumentar la credibilidad de ciertos discursos.

• Propaganda de doble vía: No solo el gobierno difunde su mensaje; los partidarios lo replican y lo defienden, mientras los opositores también tienen plataformas para criticar y generar contra-narrativas.

• Desinformación y fake news: Esta es una desventaja importante. La facilidad de creación y distribución también facilita la propagación de desinformación, noticias falsas y campañas de desprestigio, muchas veces apoyadas por bots o "granjas de trolls". Esto puede confundir a la opinión pública y erosionar la confianza.

• Cámara de ecos y polarización: Los algoritmos tienden a reforzar las burbujas de información, exponiendo a los usuarios a contenido que confirma sus creencias previas, lo que contribuye a una creciente polarización social.

Comparación Directa:

Característica	Casetes (Irán, 1970s)	Redes Sociales (México, Actualidad)
Naturaleza	Análoga, física, unidireccional (mayormente)	Digital, intangible, multidireccional (interactiva)
Costo	Bajo por unidad, replicación manual	Variable: desde contenido orgánico hasta publicidad pagada masiva
Velocidad de difusión	Lenta, dependiente de redes físicas	Instantánea y potencialmente viral
Alcance	Limitado a la red de distribución	Potencialmente global e inmediato
Interacción	Muy baja, indirecta (discusión grupal posterior)	Alta, directa (comentarios, likes, compartidos)
Censura	Clandestinidad como evasión del control estatal	Control algorítmico, bloqueos, shadow banning
Credibilidad	Alta por ser prohibido y por venir "de la voz del líder"	Variable; erosionada por la desinformación y polarización
Formatos	Principalmente audio (voz)	Texto, imagen, video, audio, transmisiones en vivo
Dádivas/Programas	Legitimidad moral del clero, promesas de justicia	Justificación oficial de programas sociales como política de justicia

Conclusión sobre la influencia en México:

En el contexto mexicano actual, las redes sociales son mucho más que un medio de propaganda: son un campo de batalla político y mediático constante. Permiten al gobierno de Morena:

• Mantener un canal de comunicación directo con sus bases, sorteando en parte la crítica de los medios tradicionales.

• Reforzar la narrativa de la 4T y polarizar el debate, identificando "adversarios" y "corruptos".

• Movilizar a sus seguidores para eventos, protestas o para defender la narrativa oficial en línea.

• Defender los programas sociales como una política de justicia, contrarrestando la crítica de que son simples "dádivas". El éxito de esta estrategia se refleja en el respaldo popular que dichos programas generan.

Mientras que los casetes crearon una red clandestina de resistencia que contribuyó a una revolución, las redes sociales en México operan en un entorno democrático (aunque polarizado) y sirven principalmente para consolidar el poder político y mantener cohesionada la base de apoyo del partido gobernante.

La influencia es enorme, dado que la población mexicana está altamente digitalizada, y una parte significativa de su consumo de noticias y opiniones ocurre en plataformas digitales. El principal reto es la infodemia y la desinformación, que dificultan discernir la verdad para el ciudadano promedio, especialmente debido a cómo los algoritmos refuerzan las burbujas ideológicas.