Miguel Septién: El arquitecto de sueños teatrales y la gran revelación del teatro mexicano

Por : Lorena Meeser

Asociación Mexicana de Críticos de Teatro (AMCT)

International Association of Theatre Critics (IATC)

La consagración de un visionario: Miguel Septién domina el Teatro Milán en 2025

En un panorama teatral dominado por fórmulas, temporadas efímeras y la presión del entretenimiento inmediato, Miguel Septién se ha convertido en una de las voces más arriesgadas, sofisticadas y necesarias del teatro mexicano contemporáneo. Director, productor, traductor, diseñador de movimiento y fundador de la compañía Ícaro Teatro y del centro de exploración artística Laberinto, Septién se ha construido una trayectoria que no solo desafía convenciones: propone una nueva forma de entender la teatralidad, más ritual, más simbólica y profundamente humana.

Originario de Querétaro, formado en el Emerson College de Boston, Septién regresó a México con una convicción clara: crear un teatro que invite a sentir, que confronte al espectador con pasiones titánicas y que rescate la dimensión comunitaria del escenario. Su repertorio oscila entre el musical, el drama psicológico, la farsa contemporánea y la experimentación simbólica, sin encasillarse jamás. Y es precisamente esa versatilidad —unida a rigor, técnica y visión— lo que lo ha convertido en una figura imprescindible de los últimos años.

La trayectoria de Septién se distingue por su profunda afinidad con el teatro musical y los textos que abordan la vulnerabilidad del ser humano. Su trabajo con Ícaro Teatro se enfoca en producir obras que exalten el ritual y la comunión que se genera en el espacio escénico, permitiendo que voces y elencos diversos encuentren su lugar.

Una filosofía artística: alejarse del realismo, acercarse a la verdad

En el corazón de su obra hay una premisa:“El teatro no debe imitar la realidad, debe reflejarla como la sentimos, no como hemos acordado verla.”

Su estética se construye desde el minimalismo escénico, la potencia del cuerpo, la imaginación del público y el uso simbólico del espacio. En Ícaro Teatro ha producido proyectos que reivindican el teatro como experiencia ritual: un encuentro de voces y presencias donde la escenografía es sugerencia, el movimiento es narrativa y el actor es el centro del acontecimiento.

Sus montajes más representativos —de The Pillowman a Argonáutika, de El Beso de la Mujer Araña a Sweeney Todd— han demostrado que no existe género que no pueda apropiarse, traducir o reinventar.

Un 2024 histórico: el año en que arrasó con los premios

El 2024 fue, sin exageración, el año de Miguel Septién. Su musical “ZM, un nuevo musical”, escrito por Greg Kotis y Mark Hollman, se convirtió en uno de los proyectos más premiados del país:

Premios Metro 2024

• Mejor Obra de Teatro Musical

• Mejor Dirección de un Musical

• Mejor Coreografía y/o Movimiento Escénico para Musical

Premios ACPT 2024 (por Sweeney Todd):

• Mejor Dirección de Escena en Musical

• Mejor Coreografía / Movimiento Escénico

ZM obtuvo siete premios Metro en total, consagrando a Septién como un director que no solo domina el musical, sino que lo reivindica como un territorio fértil para reflexionar sobre temas “gigantes, pulsantes y titánicos”.

2025: el año en que demostró su poderío artístico — Dentro del bosque y Equus

Si 2024 lo consolidó, 2025 lo convirtió en una referencia obligada. Ese año Septién estrenó dos obras opuestas que, juntas, revelan la amplitud de su imaginario escénico.

1. Dentro del Bosque (Into the Woods): una traducción histórica y un musical reinventado

4 de mayo – 27 de julio de 2025 | Teatro Milán

Septién asumió el triple rol de director, traductor y diseñador de movimiento, logrando la primera traducción profesional al español para México del clásico de Sondheim y Lapine.

Su versión evita el realismo y desmonta el concepto tradicional del “bosque”:no hay árboles, sino vigas, paneles, trazos de madera y elementos simbólicos que construyen un bosque interior, psicológico, construido desde la imaginación del actor y del público.

Esta apuesta estética privilegia lo coral, lo colectivo y lo esencial.Y su impacto fue inmediato: “Dentro del bosque” fue seleccionada en los Premios del Público Cartelera 2026, confirmando la respuesta positiva del público.

“Contar la historia de la forma más pura posible; con el actor como centro del evento teatral y el mínimo número de elementos”, explicó el propio Septién.

El musical, que entrelaza varios cuentos de hadas para cuestionar el concepto del "final feliz", representa uno de los desafíos artísticos más grandes en su carrera con Sondheim. La producción es una versión reinventada que, según Septién, es fiel a la estructura original pero pensada para el público mexicano de este momento, buscando desmontar nociones tradicionales y conectar con todas las generaciones

Esta decisión estética representa su apuesta por un teatro más simbólico, colectivo y evocador, privilegiando el trabajo actoral, la imaginación y la metáfora por encima de lo espectacular.  

2. Equus: un ritual oscuro, minimalista y perturbador

Estreno: 8 de agosto de 2025 | Teatro Milán

En colaboración con Cuarta Pared, Septién dirigió, tradujo y diseñó el movimiento de esta nueva versión del clásico de Peter Shaffer. Equus es una obra psicológica, compleja, de enorme riesgo emocional y físico, es un texto icónico y desafiante que explora la psique de un joven que ha cegado violentamente a seis caballos,

Su montaje apostó por:

• Un escenario casi vacío

• Iluminación que construye abismos

• Un espacio infinito y oscuro

• Caballo creado desde el cuerpo humano, no desde el disfraz

El resultado fue un ritual teatral que recuerda al rigor europeo, a la vanguardia y a la poética física del teatro del siglo XX.

"El diseño de movimiento es fundamental para la obra, ya que se encarga de tres avenidas importantes: la creación del ritual metateatral, el establecimiento de convenciones de nuestro juego escénico y la génesis del caballo en escena."

Esta puesta en escena, con un elenco potente (incluyendo a José María de Tavira, Emilio Schoning y Flor Benítez), reafirmó su habilidad para abordar dramas psicológicos profundos con un enfoque visual y de movimiento sumamente sofisticado.

Traducción: el acto creativo que lo distingue

Para Septién, traducir una obra no es mera transferencia de lengua: es intervenir —adaptar, resignificar, recrear. Esto implica decisiones conscientes de tono, ritmo, contexto sociocultural.

Esto se ve en:

• Un dios salvaje (Yasmina Reza), donde adaptó las referencias culturales y el tejido social.

• Dentro del bosque, donde mantuvo la musicalidad extrema de Sondheim.

• Equus, donde la traducción es tan física como textual.

Pocos directores mexicanos actuales trabajan la traducción con tal profundidad conceptual.

Montajes

The Pillowman, Marat Sade, Noche de Musicales, Sueño de una Noche de Verano, La Conferencia de las Aves, I Am Not What I Am, Broadway Unplugged, Broadway a la Carta, Cuando vivíamos juntos en el vientre de una ballena algunas noches eran perfectas, Despertar de Primavera: El Musical de Broadway, Despertar de Primavera: una tragedia de la infancia, Julio César, Jack, El Beso de la Mujer Araña, Urinetown el musical de Broadway, que lo llevó a triunfar en la Ciudad de México.

Minimalismo simbólico: su sello estético

Aunque dirige musicales complejos, Septién se aleja deliberadamente del espectáculo exagerado, efectos visuales ostentosos o escenografía lujosa.

Prefiere:

• Lo simbólico: sugerir antes que mostrar.

• Utilizar signos escénicos mínimos

• Privilegiar al actor por encima de los elementos tecnológicos

Su estética confía en la imaginación del espectador, gesto cada vez más raro en tiempos de escenografías digitales y efectos costosos.

Esta apuesta evidencia una convicción: el teatro no debe imitar la realidad, sino evocarla, problematizarla, transformarla — devolverle al espectador su propia imaginación. En sus palabras: “alejarse del realismo”. 

El actor como centro de la escena

En sus montajes, todo —música, movimiento, escenografía, ritmo— está diseñado para liberar al intérprete, no para someterlo.

Sus procesos colocan al actor —su cuerpo, su voz, su presencia— en el centro. La dirección de movimiento, el diseño escénico, la orquesta en vivo, la traducción, todo converge para potenciar al intérprete.

Esa cohesión se nota en montajes donde los actores cantan, bailan, actúan, tocan, se transforman. 

La escenografía minimalista obliga al cuerpo y al gesto a ocupar el espacio, lo que potencia la tensión, la cercanía, la vulnerabilidad—y con ello, la emoción real.

Sus elencos se distinguen por:

• Presencia física

• Vulnerabilidad

• Precisión de movimiento

• Potencia vocal y emocional

En Ícaro Teatro, esta filosofía se convierte en un laboratorio permanente.

Un teatro con responsabilidad social, emocional y reflexiva

 Septién no busca solo entretenimiento: busca cuestionamiento. Sus musicales sobre zombies, sobre sociedades corruptas, sobre el deseo y sus consecuencias, o sus dramas psicológicos, ponen al público frente a dilemas, inquietudes, heridas. Como él mismo ha dicho: el teatro musical “es ideal para explorar temas gigantes, pulsantes, titánicos” que hablan de pasiones humanas profundas. 

Además, al dirigir obras traducidas y adaptar textos para México, actúa como puente cultural: trae grandes obras internacionales al contexto hispano parlante, democratizando su acceso.

Una trayectoria sólida y expansiva

Desde sus días de formación internacional hasta su regreso a México para fundar Ícaro Teatro, Septién ha construido una carrera coherente y vertiginosa:

• Argonáutika — nominación ACPT a Mejor Diseño de Movimiento (2018)

• The Pillowman — Mejor Director de Escena, ACPT 2021

• Urinetown — Premio Metropolitano como Mejor Director de Musical

• El Beso de la Mujer Araña

• Elena: Teatro Milán 1985

• Ciudad Luminosa

• Un dios salvaje (2023)

• Sweeney Todd: El Barbero Asesino de la Calle Fleet

Su repertorio no tiene fronteras: musical, texto, drama, experimentación.

Impacto y legado: una fuerza transformadora del teatro mexicano

Los reconocimientos institucionales —ACPT, Premios Metro, SECULT Querétaro— validan su aporte técnico y creativo, pero su impacto va más allá de los premios.

Septién está construyendo algo más profundo:

• Un puente entre México y los grandes textos universales

• Una visión ética del teatro como espacio reflexivo

• Una comunidad artística sólida

• Una propuesta estética coherente y desafiante

En tiempos de streaming, algoritmos y entretenimiento inmediato, su insistencia en el cuerpo, en la presencia, en el silencio compartido, es casi una resistencia cultural.

Conclusión: una voz imprescindible para entender el teatro mexicano de hoy

Miguel Septién representa, hoy por hoy, una de las voces más interesantes y audaces del teatro mexicano contemporáneo. No sigue fórmulas consolidadas —más bien las cuestiona, las traduce, las transforma. Su obra es híbrida: musical y dramática; social y existencial; coral y centrada en el actor.

Además, es capaz de ver en el texto todo lo que no es evidente para los espectadores, sintetiza y traduce los significados en líneas maestras teniendo como resultado la creación de una energía fuera de serie y estupendas actuaciones de todo el elenco.

 Es un director que cuenta con conocimientos, experiencia, sensibilidad, intuición y gran poder de imaginación lo que se ve reflejado en esta puesta en escena ya que logra que tanto los actores como los espectadores imaginemos juntos, transformemos y nos sumerjamos en un mundo de emociones en el que Miguel consigue comunicar las metáforas performativas de esta obra.

Sus montajes de 2025 —el luminoso Dentro del bosque y el oscuro Equus— muestran dos caras de un mismo creador:el artesano del musical complejo y el explorador del drama psicológico ritual.

En un país donde el teatro navega entre precariedades y genialidades, Septién emerge como un faro: un creador valiente, coherente, lúcido, que recuerda que el teatro sigue siendo un espacio insustituible de comunidad, imaginación y pensamiento.

Y si algo queda claro tras seguir su trayectoria, es esto: Miguel Septién es uno de los nombres que definirán la escena teatral mexicana de esta década.